Es increible, pero os juro que a mí me ocurrió lo mismo que en este video. Tendría yo unos 10 años y se disponía a tirar el penalti Josetxu (mi prima y Ana se acordarán de él). Yo estaba de portero y estaba cagado porque Txetxu era el que más fuerte le pegaba al balón de toda la clase. Despues de ver el video vereis que tenía mis razones para el canguelo.
Lo peor es que Josetxu le pegó al balón bastante más fuerte que el del video...
17/2/09
6/2/09
La vuelta del zapatófono
¿Y si estallase una crisis tecnológica del mismo nivel que la actual crisis económica?
¿Cómo afectaría a nuestra maltrecha economía un retroceso tecnológico global de décadas enteras?
¿Tendremos que abandonar nuestros hipermodernos móviles y regresar a los zapatófonos de hace unos años? (yo todavía tengo el mio por algún cajón)
Parece de locos, pero no lo es.
"Estamos construyendo el futuro con pilares hechos de barro y eso, a la larga, nos pasará factura".
Esta frase es de Alberto Vázquez-Figueroa. En su último libro "Coltan" nos habla de un mineral de alto valor estratégico ya que se emplea en la fabricación de dispositivos electrónicos como móviles, portátiles, cámaras digitales...
El problema es que se trata de un mineral muy escaso con yacimientos repartidos por Australia, Brasil, Canada.. y el Congo. El 80% de las reservas mundiales se encuentran en este pais africano que está en guerra desde hace años.
Vazquez-Figueroa afirma que la causa principal de esta guerra es la lucha por el control del Coltan, cuyo tráfico ilegal ha llegado a dar más beneficios que el tráfico de diamantes. Las grandes potencias, sobre todo EE.UU., quieren apoderarse de la mayor parte del coltán que existe, porque de esa manera dominarán las comunicaciones.
También estarían en el ajo multinacionales como Nokia o Siemens que habrían amenazado a los medios de comunicación con retirarles su publicidad si sacaban a la luz el tema del Coltan. La verdad es que yo, hasta la publicación de este libro, no había oido nada de este tema.
Además, hay empresas que salen muy mal paradas, porque se da la circunstancia de que los trabajos de extracción son muy rudimentarios y utilizan mucha mano de obra infantil, que además de ser barata, llega mejor a sitios donde no cabe un hombre. Para colmo son frecuentes los derrumbamientos y muchos niños son enterrados vivos.
Con este panorama el autor, además de denunciar las condiciones de trabajo en esos yacimientos, nos advierte del peligro que supondría que las mayores reservas mundiales de este mineral acabasen en manos de unos pocos, que serían los de siempre y manejarían el mercado a su antojo (empezando por el aumento de los precios, desde luego).
Claro que también es posible que el Coltan se agote, ya que es muy escaso, y entonces ¿qué ocurriría? ¿Tendremos que volver a esto?...
¿Cómo afectaría a nuestra maltrecha economía un retroceso tecnológico global de décadas enteras?
¿Tendremos que abandonar nuestros hipermodernos móviles y regresar a los zapatófonos de hace unos años? (yo todavía tengo el mio por algún cajón)
Parece de locos, pero no lo es.
"Estamos construyendo el futuro con pilares hechos de barro y eso, a la larga, nos pasará factura".
Esta frase es de Alberto Vázquez-Figueroa. En su último libro "Coltan" nos habla de un mineral de alto valor estratégico ya que se emplea en la fabricación de dispositivos electrónicos como móviles, portátiles, cámaras digitales...
El problema es que se trata de un mineral muy escaso con yacimientos repartidos por Australia, Brasil, Canada.. y el Congo. El 80% de las reservas mundiales se encuentran en este pais africano que está en guerra desde hace años.
Vazquez-Figueroa afirma que la causa principal de esta guerra es la lucha por el control del Coltan, cuyo tráfico ilegal ha llegado a dar más beneficios que el tráfico de diamantes. Las grandes potencias, sobre todo EE.UU., quieren apoderarse de la mayor parte del coltán que existe, porque de esa manera dominarán las comunicaciones.
También estarían en el ajo multinacionales como Nokia o Siemens que habrían amenazado a los medios de comunicación con retirarles su publicidad si sacaban a la luz el tema del Coltan. La verdad es que yo, hasta la publicación de este libro, no había oido nada de este tema.
Además, hay empresas que salen muy mal paradas, porque se da la circunstancia de que los trabajos de extracción son muy rudimentarios y utilizan mucha mano de obra infantil, que además de ser barata, llega mejor a sitios donde no cabe un hombre. Para colmo son frecuentes los derrumbamientos y muchos niños son enterrados vivos.
Con este panorama el autor, además de denunciar las condiciones de trabajo en esos yacimientos, nos advierte del peligro que supondría que las mayores reservas mundiales de este mineral acabasen en manos de unos pocos, que serían los de siempre y manejarían el mercado a su antojo (empezando por el aumento de los precios, desde luego).
Claro que también es posible que el Coltan se agote, ya que es muy escaso, y entonces ¿qué ocurriría? ¿Tendremos que volver a esto?...
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