El concierto de Queen

Tanto tiempo esperando y todo pasó en un suspiro. Fue una noche mágica, empezando por la subida al Palau rodeados de fans en procesión para rendirle pleitesia a la reina. Vendedores de camisetas ambulantes, rockeros de calva adelante y melena detras, niñas pijas, gente de todo pelaje y condición, y entre todos ellos, Natalia y yo caminando en silencio, con la sonrisa dibujada en la boca.

Una vez dentro nos lamentamos de no haber llevado la cámara, que se quedó en el hotel por temor a las medidas de seguridad, que luego fueron mínimas. Prueba de ello son estos videos que os voy a ir mostrando.



El concierto estuvo guapo y se nos pasó volando, como todos los conciertos que realmente te gustan, desearías que no acabase nunca. Uno de los mejores momentos fue éste en el que Brian May canta "love of my life", canción que siempre empezaba sólo y luego se le unía Freddie. Se la dedicó a él, naturalmente...




A esas alturas del concierto me fui dando cuenta de que algo no andaba del todo bien en mi cabeza. Cada vez que cantaban Roger Taylor o Brian May, los supervivientes del grupo, que cantaron unas cuantas, me gustaba bastante más que cuando lo hacía el Paul Rodgers, que al fin y al cabo es el cantante oficial. Fíjaros que yo iba ya mentalizado, pero una vez dentro me faltaba algo, la sombra de Freddie fue demasiado alargada hasta el punto que el mejor momento del concierto para mí fue éste en el que cantó él. Como en los viejos y buenos tiempos...





En resumen, un concierto que recordaremos toda la vida y que ha merecido mucho la pena, a pesar de los pesares, ¿no crees bichillo?: "a mí me gustó porque no llevaba ninguna expectativa como tú, aunque sí me pareció que al Paul Rodgers le faltó un poco de chispa, como que le pesaban un poco los años, vamos"
Ahora me toca convencer a Natalia para el siguiente, a ver dejarme pensar cuál puede ser...